DF Conexión a China | China necesita adoptar una dieta más verde
Christian Shepherd © 2020 The Financial Times Ltd.
- T+
- T-
Christian Shepherd
Para Jian Yi, fundador de la organización de campañas Good Food Fund (fondo de buena comida), la comprensión en China de los sistemas alimentarios se encuentra en el mismo punto en que se encontraba su conciencia ambiental hace una década. La pandemia ha estimulado el escrutinio del comercio de fauna silvestre y de los mercados urbanos de China, donde apareció por primera vez el nuevo virus coronavirus, y ha llevado a los ambientalistas chinos a pedir una reflexión más amplia sobre la relación de los humanos con la naturaleza.
Las autoridades chinas también han priorizado la alimentación y el medio ambiente. En agosto, el Presidente Xi Jinping hizo hincapié en la necesidad de fortalecer la seguridad alimentaria al relanzar la “Operación Plato Vacío”, una campaña para combatir el despilfarro. En septiembre, sorprendió a la ONU al prometer que China alcanzaría la “neutralidad de carbono” para el año 2060.
Las tradiciones y normas sociales de China no siempre son útiles. El vegetarianismo y el veganismo son todavía relativamente poco comunes en comparación con los países más desarrollados. Aunque muchas regiones han utilizado tradicionalmente la carne con moderación en su cocina, la proteína animal todavía se considera con frecuencia esencial para una dieta saludable, mientras que el fácil acceso a carnes caras confiere un estatus social.
El país representa casi un tercio del consumo mundial de carne, y la cantidad per cápita está creciendo, un acontecimiento inquietante, dada la contribución de la industria cárnica a las emisiones de carbono y otros daños al medio ambiente.
El gobierno ha estado alentando a la población a reducir la ingesta diaria de carne, y las recomendaciones dietéticas actualizadas por última vez en 2016 recomiendan un total de 120 a 200 gramos de proteína animal por día. Lo que puede ayudar es que los consumidores parecen mostrarse receptivos a las alternativas, y una encuesta reveló que el 62% están dispuestos a comprar más carne de origen vegetal. Esta apertura podría deberse en parte a la influencia de una importante comunidad budista que, en su intento por no dañar a los animales, ha popularizado el uso de alternativas a la carne basadas en los hongos y la soja. El tofu también es una parte común de la cocina china, a menudo apreciado por mérito propio en lugar de como un simple sustituto de la carne. Mientras tanto, las alternativas a la leche de origen vegetal — derivadas de la soja, las nueces, las almendras, el coco y el cacahuate — han encontrado un amplio mercado debido a una alta incidencia de intolerancia a la lactosa.
El proveedor de datos Euromonitor estima que el mercado de carne de origen vegetal en China tuvo ventas de alrededor de US$ 10 mil millones en 2019, una cifra que se prevé alcance casi los US$ 13 mil millones para 2023.